Difundi es un servicio online para que cualquier persona pueda aprender o enseñar, mediante MOOC pero, ¿qué es MOOC?. Seguidamente se desgrana el significado de las siglas que forman la palabra, su clasificación pedagógica, su historia y la modalidad gratuita vs la de pago.
¿MOOC: Qué significan sus siglas?
La palabra es el acrónimo de Massive Open Online Courses: Cursos Online + Masivos + Abiertos.
Comencemos pues analizando cada una de estas características que los definen:
- Online: Los cursos se ofrecen íntegramente por internet, habitualmente haciendo uso de las últimas capacidades de los navegadores más modernos, lo que proporciona una gran flexibilidad en su uso y adaptabilidad al dispositivo, por lo que se pueden seguir en un ordenador personal, una tableta o un smartphone.
- Masivos: A diferencia de los sistemas tradicionales de e-learning, están pensados para soportar una carga muy superior de participantes. Allí donde los sistemas tradicionales soportan unas pocas decenas, o como mucho un centenar de estudiantes, los sistemas que ofrecen MOOCs deben ser capaces de dar soporte a miles de estudiantes sin disminuciones en la calidad del servicio.
- Abiertos: no requieren de requisitos externos para poder inscribirse, aunque exigen inscripción para poder seguirlos, lo que permite hacer un seguimiento del avance del estudiante y permite ofrecer medios de participación adicionales (como pueden ser portfolios, foros, entrega de trabajos, etc).
Clasificación pedagógica de los MOOC
A pesar de que originalmente no fueron planificados con un objetivo concreto, no perseguían ningún modelo pedagógico específico, en la actualidad existen dos líneas claramente diferenciadas que permiten clasificarlos:
- xMOOC: que a pesar de ser los más estructurados porque siguen una distribución lineal del conocimiento, también son los más flexibles porque no se ajustan a ninguna línea metodológica predefinida. Son los más extendidos en la actualidad, y suelen dividir la formación en un conjunto de módulos, o unidades, que están compuestos por una sucesión de videos, material adicional de lectura para el alumnos y tests que permiten evaluar la progresión y aprendizaje de los alumnos. Como en los cursos clásicos, marca una clara diferencia entre el profesorado y el alumnado.
- cMOOC: formalmente basados en las teorías conectivistas, permiten que el alumno desarrolle un plan de trabajo personalizado y base su aprendizaje en el conocimiento global del grupo que entre todos, van generando durante el curso. A diferencia de los cursos clásicos, no hay una diferencia clara entre el profesorado, que ahora asume el papel parcial de guía, y el alumnado, que ahora asume el papel parcial de asistente educativo del resto.
Comienzo de los MOOC
En 2008, la Universidad de Manitoba ofreció uno de sus cursos, que habitualmente contaba con una veintena de alumnos matriculados en el formato tradicional, en modo abierto para que pudiera ser seguido por estudiantes externos. En poco tiempo se habían apuntado unos 2.300 estudiantes en esta modalidad participando en foros, debates, y accediendo al material disponible del curso. Fue entonces cuando se acuñó el término MOOC para este experimento.
Pero será en 2011 cuando la experiencia salta a la luz pública de forma explosiva gracias a la Universidad de Stanford, que puso en marcha tres cursos con una media de 100.000 alumnos cada uno. Tras este éxito aparecen las primeras plataformas específicas de cursos MOOC, ofreciendo no ya cursos específicos, sino métodos para lanzar cursos generales siguiendo el mismo formato.
Por una parte, Daphne Koller y Andrew Ng lanzan Coursera desde la misma Universidad de Stanford, que en los últimos tiempos ha crecido de forma espectacular añadiendo la participación de muchísimas universidades prestigiosas (62 a la fecha de hoy, dentro y fuera de EEUU, como Michigan, Duke, Florida, Tokyo, etc.). En otoño de ese mismo año el MIT lanza MITx siguiendo un formato similar, a la que se une Harvard en primavera de 2012, pasando a llamarse edX, que actualmente cuenta con algunas de las universidades más prestigiosas (Berkely, Rice, McGill, etc.). Paralelamente, algunos de los profesores de Stanford que participaron en los primeros cursos MOOC crearon una empresa privada, Udacity, para la gestión de cursos MOOC, hasta el momento centrados principalmente en el área de Ciencias de la Computación.
Modalidad gratuita / Modalidad de pago
Aunque en su nacimiento los cursos MOOC fueron concevidos como gratuitos, obviamente el mismo formato puede ser usado dentro de un sistema comercial. En este caso, nos encontramos con dos opciones: que el acceso sea abierto (manteniendo la O del acrónimo), y el pago proporcione el acceso a un certificado oficial; o que el acceso esté restringido de forma absoluta.
Respecto a la primera modalidad, los cursos gratuitos, teniendo en cuenta que un curso puede tener una cantidad muy elevada de inscritos, resulta completamente imposible plantear un seguimiento individualizado del alumnado y, muchas veces, ni siquiera es posible una evaluación global. En consecuencia, no suele producirse un seguimiento a lo largo del curso más allá de lo que permite la propia herramienta de forma automatizable: tests de autoevaluación, foros, wikis y otras herramientas para compartir. A veces es común aplicar sistemas de evaluación por pares (es decir, los alumnos corrigen el trabajo de otros).
En la modalidad de pago, teniendo en cuenta que el número de alumnos suele ser inferior, siempre es posible aplicar otros criterios más habituales de evaluación.
Concluyendo…
Sin duda, la aparición de los MOOC responde a una evolución tecnológica y a una nueva forma de interactuar con ella. Ya hemos pasado la barrera de uso de los vídeos, lo que hace poco tiempo era un lujo en el uso de internet (la ejecución de un vídeo) ha pasado a ser la forma normal de compartir información y comunicarse con el internauta. Era sólo cuestión de tiempo que esta costumbre acaparara el mundo educativo en sus diferentes niveles y objetivos, desde el más comercial hasta el más académico.
Pero sin duda, la educación es algo más que publicar información, sea en el formato que sea, y a pesar de la proliferación de ofertas de «vídeo-cursos» todavía deben conseguirse los estándares necesarios, desde el punto de vista pedagógico y de usabilidad, que permitan hablar de una nueva forma educativa de futuro. Es precisamente en esta delicada tarea donde reside la gran baza que deben jugar las plataformas que aspiren a quedarse cuando la moda pase.
los moocs son de gran utilidad y es una ayuda muy buena para las personas de bajos recursos que quieren estudiar y salir adelante. La utilización de vídeos aseguran la forma ideal para compartir información y comunicación, esta es la nueva forma de educación